Esta obra que constituye
un valioso documento histórico de nuestro pasado, muestra el momento en que
siete grandes canoas repletas de soldados armados cruzan el río Paraguay en
dirección a la Isla desde la costa paraguaya, donde se ve enarbolada la bandera
de este país, mientras que en la costa opuesta, o sea en la Isla del Cerrito,
ondea la bandera del Imperio del Brasil. A pesar de que el tiempo oscureció en
parte los colores de la obra, podemos apreciar que
el artista anónimo se
situó imaginariamente en la proximidad de la desembocadura del río Paraguay en
el Paraná, mirando hacia el sudeste donde a lo lejos se observa la costa
correntina. Las siete canoas tripuladas por soldados armados se recortan a la
luz mortecina del amanecer que se refleja en el río, mientras que en el cielo
encapotado gruesos nubarrones presagian una tormenta. El autor de esta tela
debió conocer el lugar o estar bien informado, pues en la costa y debajo de la
vegetación se adivinan las rocas que son características de estas costas del
Río Paraná.
En
cuanto a la fecha en que se sitúa este acontecimiento, carecemos del dato
preciso, pero estimativamente podemos ubicarlo en los primeros días de abril de
1866 inmediatamente después que Brasil ocupara la Isla y antes de que se produjera
el cruce el ejército aliado desde Paso de la Patria, operación que obligó a los
defensores paraguayos a retirarse de las fortificaciones de Itapirú.
Se trata de un nuevo dato
histórico que viene a confirmar el protagonismo de la Isla del Cerrito como
escenario de esta gran contienda que entre 1865 y 1870 enfrentó a cuatro países
hermanos de la cuenca del Plata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario